Sé que aún falta para el día de acción de gracias, que todavía estamos a principios de octubre y falta bastante para llegar al 22 de noviembre, pero quiero darte las gracias. Sí, a ti.

Esta entrada es un poco diferente a lo usual, y es que a veces necesitamos detenernos, mirar hacia atrás, respirar y dar las gracias a Dios, a la vida, al universo y a las personas que nos han ayudado a darnos ese empujón que muchas veces necesitamos. Al tener una vida llena de tanto, nos abrumamos y perdemos de perspectiva todo lo bueno que tenemos. Entonces, damos todo por sentado, como si nunca fuéramos a perder nada.

Un día como hoy, hace un año, estuviera haciendo una larga fila para conseguir gasolina, agua o simplemente para entrar al supermercado. Estuviera sin luz y tratando de leer a la luz de una vela de Citronela. [Gracias a todos, menos a ti, huracán María. Aunque no niego que aprendí bastante] Cada día en Puerto Rico era una aventura incierta. Beber agua fría era un lujo; bañarse con agua caliente, un sueño lejano. No tenías acondicionador de aire y, si tenías suerte, lograbas dormir con un abanico de batería. Conocimos a nuestros vecinos, compartíamos comida y juegos con ellos. Hacíamos amistades en cualquier lugar.

Luego, cuando la situación mejoró para el área metro, regresó la luz y gritamos de alegría. Nos tomamos un vaso de agua con hielo, prendimos el aire y olvidamos todo por lo que pasamos. ¿Cuántas veces tenemos que perder para reconocer que todo es limitado y finito, y que en cualquier momento lo podemos perder todo?

Por eso, hoy quiero dar las gracias.

Gracias a ti que me lees cada miércoles.

Gracias a ti por compartir mi contenido.

Gracias a ti por confiar en mí y contarme tu historia.

Si hubiese sabido a lo que me enfrentaría al crear este blog, hubiera empezado antes. Sin embargo, debo reconocer que el tiempo de Dios es perfecto y comencé a escribir en el momento preciso.

Como mencioné en 5 lecciones que aprendí en estos 5 años, por mucho tiempo le tuve miedo al internet. Me parecía un mundo muy cruel en el cual muchas personas lo utilizaban para hacer daño detrás de una pantalla. Sin embargo, con la experiencia que he tenido con este blog, descubrí que el internet puede ser útil para un sinnúmero de cosas. Eso incluye alcanzarlos a ustedes.

Jamás imaginé que personas me escribieran directamente por una situación difícil por la cual estuvieran pasando y buscaran mi ayuda. Eso significa demasiado para mí.

Algo que me aterra de Facebook es la gente que comenta todo lo negativo que hay dentro de su ser. No obstante, ustedes no han sido así. Me llena de alegría ver que ustedes etiquetan a otras personas, a sus amigos y a sus parejas, comentan un “amén” o algo para dejarme saber que están de acuerdo con lo publicado.

HandshakeNunca pensé que ustedes se sintieran cómodos conmigo aun sin conocerme en persona, lo que me encantaría que sucediera en algún momento.

También aprovecho para darle las gracias a las personas que, luego de ver el vídeo que publiqué, aportaron para que Franco y yo pudiéramos cumplir el sueño de celebrar nuestra luna de miel en Francia. Además, agradezco a las personas que regaron la voz al compartir el vídeo.

Gracias por confiar en mí y contar conmigo.

Un enorme abrazo,

Isa Figueroa

 

PD: Gracias porque me hiciste darme cuenta de que soy capaz de mucho y por eso me casé contigo, mi mejor amigo, Franco.

 

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