Cuando comencé esta relación, yo hubiese querido tener a una persona o un libro que me dijera qué significaba ser la novia de un pastor. Así que estos próximos escritos serán para las que tienen un novio ministro y aún no tienen claro qué hacer.

En el principio, fui a librerías para buscar algo que contestara mis preguntas. Encontré uno que se llama ¡Oh, no! ¡Mi esposo es el pastor!, de Clara Molina. Lo compré, lo leí y aún así me quede con dudas porque… no es mi esposo. Así que continué mi búsqueda.

Recuerdo que una persona me mencionó que no tenía que buscar en otros libros, porque en la Biblia estaban todas las respuestas. Lamentablemente, nadie escribió sobre el noviazgo en la Biblia. Sin embargo, encontré unos verbos que se repetían con constancia: amar, bendecir y edificar.

El primer verbo en toda relación debe ser amar, de ahí fluyen el resto de las acciones y los resultados del sustantivo que menciona Pablo en 1ª Corintios 13. Cuando se ama, se bendice, se edifica, se cuida, se impulsa y se respeta. Entonces, ¿realmente hay alguna diferencia entre ser una novia regular y una novia de un pastor?

Vale aclarar que estos detalles los llegué a entender al estar en una relación con un ministro. No obstante, esto no significa que una relación se diferencia por el llamado que se tenga o por la práctica de alguna creencia. En términos relacionales, se supone que no exista diferencia entre ser una novia de un pastor y una novia de alguien de otra profesión.

Ahora bien, dentro del aspecto eclesiástico puede haber una diferencia y no necesariamente es espiritual. El rol es la parte quizás más compleja. Las exigencias a veces hasta pueden parecer absurdas, ya que se espera que me vista de alguna manera o que me comporte de acuerdo a un estándar.

En mi caso, el comportamiento es mi mayor reto debido a que soy demasiado pasional. Otras personas prefieren definirme como problemática, pero prefiero el adjetivo que escogí. Mi risa es fuerte, me molesto con facilidad y soy bastante firme con mis posturas teológicas; aparte, algunos me consideran sarcástica. A pesar de que a veces le quiero tirar con mi taza de café a alguien, me detengo por ser la novia de un pastor.

Cuando Franco y yo estábamos empezando, recibí muchas críticas por ser así. Además, una vez él mismo me preguntó si yo quería ser parte de la obra y cuando entendía a qué se refería le dije que no. Si han leído escritos anteriores, saben que había recién regresado a una congregación. Entonces, tenía que decidir si quería continuar con el noviazgo o seguirlo.

Ser novia de alguien incluye muchas citas románticas, paseos, conocer a la familia, entre otras. Ser la novia de un pastor incluye esas cosas, pero también se añade las responsabilidades que hay en la iglesia, como asistir a las reuniones. Algunas personas se me acercan para desahogarse o buscar palabras de aliento, que tengo que admitir que esta parte es lo más que amo.

Varias personas me han dicho que ser la novia de un pastor requiere muchas responsabilidades, aparte de conocerlo como persona –saber cuáles son sus pasatiempos– se deben entender las situaciones difíciles y cumplir con lo que se llama “ayuda idónea”.

Este noviazgo comenzó en enero de 2013 y aún cuatro años y medio después estoy descubriendo qué tengo que hacer. En esta búsqueda de qué es ser la novia de un pastor también voy encontrando quién es Isa. Eso me ha llevado a la conclusión de que, no importa cuántos libros leamos de cómo ser una mujer ejemplar o cuántos blogs busquemos para aprender los diez pasos de cómo tener una relación perfecta, nunca seremos expertos en una relación ni en un conocimiento general del tema, sino que vamos creciendo en el transcurso.

–Isa Figueroa

 

© 2017 La novia del pastor

All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, distributed, or transmitted in any form or by any means, including photocopying, recording, or other electronic or mechanical methods, without the prior written permission of the publisher, except in the case of brief quotations embodied in critical reviews and certain other noncommercial uses permitted by copyright law.